Durante la gala de los Game Awards se reveló el lanzamiento cuando Aonuma salió a recoger el premio que el DLC de Zelda: Breath of the Wild, La Balada de los Elegidos. Y tras dos días probando esta ultima nueva expansión, vengo a daros unas primeras impresiones.
La expansión nos pone tras los pasos de Nyel, el Orni que toca el acordeón, para restaurar y terminar de componer la llamada “Balada de los Elegidos” que una vez empezó a componer su maestro, la que Nyel afirma “sería el colofón final de su aventura como bardo errante”. Nosotros, como héroe y salvador le ayudaremos irremediablemente a terminar la canción, embarcándonos en una aventura para pasar por las mismas pruebas por las que pasaron los “Elegidos” de cada tribu, desbloqueando nuevos calabozos y santuarios.
La presencia de la música.
Al tener que ayudar a Nyel, la música cobra un valor importantísimo dentro de la trama. Las únicas pistas que nos acercarán a los Elegidos estarán contenidas en la balada que el maestro de nuestro bardo le dejó en herencia. Tras pasar una pequeña prueba en la meseta donde comenzamos nuestra aventura, emergerán del suelo unos pequeños pilares a los que tendremos que ir, donde nos esperará Nyel para explicarnos como pasar cada prueba según la canción.
Las pruebas iniciales no son gran cosa, ya que todas nos pedirán habilidades similares a las que adquirimos mediante la aventura. El gran acierto son los nuevos santuarios que desbloquearemos tras superar cada prueba que son mucho más interesantes, ya que ocultan puzles y pruebas de ingenio mucho más pulidas y preparadas que cualquiera de las vistas en la aventura corriente.
“Más vale maña que fuerza”
Si la expansión anterior, “Las pruebas legendarias”, te retaban a sacar todas tus habilidades de combate y sobrevivir con unos mínimos, esta última hace que el jugador tenga que pensar más, poniéndole puzles y pruebas mucho más complejas. Esto hace de esta última expansión la que mejor explota su diseño de mazmorras y la que, tal vez, sea el mejor diseño de niveles del juego. Parece que este hecho para los amantes de esas mazmorras clásicas de Zelda: Ocarina of Time, dado que una de las mayores quejas sobre este juego era que no explotaba sus niveles más cerrados de manera convincente.
Tras superar todas estas mazmorras volveremos a enfrentarnos con los Jefes Finales de cada bestia, esta vez con un equipo especifico, aunque no consiguen ser tan interesantes como los santuarios ya que nunca llegaron a ser demasiado interesantes, ni siquiera cuando te enfrentas a ellos la primera vez. Haciendo que esta segunda se sienta como un paseo en el que llegas, eres muy superior y ganas sin ningún tipo de problemas.
Al final, en una pequeña cinemática, descubriremos la relación que tenían la princesa Zelda y los elegidos, ampliando un poco más la historia cosa que era lo que más se echaba en falta en el juego final.