El tema de las microtransaciones ha estado en boca de todos durante la segunda mitad del 2017. Y no es para más, ya que Star Wars Battlefront II de EA fue un claro ejemplo de que las cosas iban mal. Sobretodo cuando una desarrolladora como EA va demasiado lejos con el tema de las microtransacciones, quien posteriormente pidió perdón y revirtió las mismas del título.
Battlefront II volvió para avivar la llama del fuego sobre las microtransacciones, donde se incluyen las cajas de botín y demás añadidos. Pero… ¿Qué son las microtransacciones? ¿Cómo funcionan? ¿Dónde iremos a parar?
Para ayudarte a darle sentido al asunto, hemos creado un “manual” para ayudarte a comprender los conceptos básicos, el contexto del mismo y los motivos por los qué existen las microtransacciones y los añadidos en forma de extra en un videojuego.
¿Qué son las microtransacciones?
No existe una definición en general para definir las microtransacciones… Aunque con el propio nombre podemos hacernos una idea. Peró, en términos generales, una microtransacción podría ser definida como todo lo que pagas como extra en un videojuego más allá de la compra inicial.
Por ejemplo, la serie Call of Duty de Activision ofrece microtransacciones en forma de moneda del mismo título, monedas llamadas Call of Duty Points. Con ellas, puedes comprar artículos adicionales como skins de armas. Otro ejemplo, podría ser Overwatch, donde comprando Créditos (la moneda del juego) podrás comprar cajas y skins para tus personajes favoritos. Un último ejemplo sería la franquicia FIFA, quien vende FIFA Points for Ultimate Team.
El nombre deriva del hecho de que, a menudo, cuando compras una skin en cualquier título te suele costar unos 10€. Las microtransacciones de bajo precio oscilan entre los 0.99€ y los 10€. Engloban una cantidad enorme de productos, por ejemplo; en Overwatch puedes comprar una caja de bajo coste, y el precio varia según el azar, ya que te puede tocar algo muy bueno, o otro ítem que ni si quiera vayas a usar.
Es por ello que las microtransacciones son extremadamente comunes en los videojuegos hoy en día. De hecho, un juego puede resultar más interesante cuando no tiene microtransacciones… pero no todos los juegos son conducidos de la misma manera.
¿Por qué son tan polémicas?
La palabra “microtransacción” a menudo evoca peores recuerdos que buenos, al menos hacia ese jugador que lleva tiempo en la escena jugando a diferentes títulos. Recientemente, EA fue la que colmó la gota del vaso, ya que en su título Battlefront II se podían comprar botines con dinero real. Dichos botines podían incluir elementos y habilidades que afectaban directamente al juego, ya sea mediante objetos más poderosos o habilidades muy difíciles de conseguir. Fue cuando entonces toda la comunidad se reveló, ya que se dieron cuenta de que el juego era un Pay2Win muy claro.
El popular juego de Blizzard, Overwatch, también permite a los jugadores comprar cajas de botín con dinero real. Pero la gran diferencia es que sólo puedes conseguir skins cosméticas. Nada de armas ni habilidades que afectan al juego de forma directa.
Otro elemento en juego es la diferencia entre microtransacciones en videojuegos que compras con dinero, y videojuegos que son gratuitos. Sobre los videojuegos gratuitos, el modelo comercial depende completamente de las personas que gastan su dinero en microtransacciones, por lo que sí se esperan microtransacciones. Un ejemplo sería League of Legends, título gratuito pero que cuenta con compras dentro del juego.
Actualmente el juego de moda es Fortnite de Epic Games, quien también es Free2Play. Y si lo prefieres, puedes comprar skins y interacciones para personalizar tu personaje. Pero a diferencia de otros títulos, estas compras no afectan al juego.
Algunas desarrolladoras argumentan el modelo gratuito como modelo de negocio, siendo el más democrático, ya que si el desarrollador no crea contenido lo suficientemente convincente, la gente no comprará dichos artículos y el juego bajará en popularidad.
Hay quien dice que los títulos AAA con grandes presupuestos no deberían “pedir” más dinero más allá de la compra inicial, que suele ser entre 60€ o más. Desarrolladoras como Ubisoft y Activision argumentan que las microtransacciones en juegos como Assassin’s Creed Origins y Call of Duty: WWII son totalmente opcionales, dado que no afectan a la jugabilidad ni al equilibrio general del juego.
Si quieres una armadura para tu caballo, cómprala. ¿Quieres una skin de camuflaje de hierba para tu arma? También puedes comprarla. El problema reside en que dicho contenido, hace años, se incluía en la compra total del juego, sin necesidad de hacer compras posteriores.
¿Cuál es el futuro de las microtransacciones?
Todas las principales editoras de videojuegos ya están invirtiendo en sistemas de microtransacciones, ya que como he mencionado antes, aportan mucho dinero con un alto margen de beneficio. Por lo tanto, podemos esperar que los sistemas de microtransacción continúen avanzando y maduren como funcionalidad.
Lo que si que es cierto es que es una funcionalidad algo nueva, así que es normal que las empresas no sepan enfocar aún muy bien el target y el objetivo de las microtransacciones. Más allá de sus beneficios, detrás de ellos están los jugadores, quienes tienen que sentirse seguros y satisfechos con la compra del título, y no verse frustrados por las microtransacciones.