Los esports en los juegos olímpicos ya han llegado al parlamento Europeo y el Comité Olímpico Internacional los tiene presentes en ellos. Hoy veremos si los esports están a la altura de los deportes tradicionales, y también de si la idea de introducir los esports en los Juegos Olímpicos podría desembocar en un aumento por el interés de los Juegos Olímpicos por parte de los jóvenes.
El Comité Internacional realiza la labor de buscar fondos para que se lleven a cabo sus citas periódicas. En los tiempos que corren, cada vez es más difícil encontrar fuentes de patrocinio, una de las posibilidades sería mediante empresas privadas, pero el problema es que no todas ellas están relacionadas con los esports en los Juegos Olimpicos.
LOS JJ.OO se realizan cada 4 años, y aunque es cierto que cada vez que se celebran, muchos son los que se sientan a ver las diferentes competiciones que se disputan en ellos. Pero los tiempos cambian, y como en cualquier otra disciplina, necesitan sangre nueva y renovarse. Aquí es cuando entran en juegos los deportes electrónicos o mejor conocidos como esports. Este movimiento es muy interesante, ya que la industria del videojuego mueve más que la industria del cine, música y teatro juntos. Además, el público es fiel, ya que con la plataforma Twitch queda más que asegurado que son un deporte más, con sus masas de seguidores y suscripciones.
La pregunta es si tenemos que esperar mucho más para poder disfrutar de los esports en los Juegos Olimpicos.
Contras por los cuales no son deportes olimpicos
Pero no todo son flores para ésta nueva disciplina, uno de los problemas que hay actualmente con los esports es que no se los toman en serio. Hay una manca de información abismal, y las generaciones más antiguas y consolidadas ven y creen imposible que por ejemplo Counter Strike sea un deporte. Simplemente mantienen la postura de que no es saludable pasarse más de 8 horas delante de una pantalla sin realizar ejercicio físico.
Otro de los problemas que hay en la relación de los esports y los Juegos Olimpicos, es que los títulos más populares pertenecen a empresas privadas. Esto conlleva a que sean estas las que controlan todos los aspectos del juego y obtienen un beneficio con su explotación. Cualquier modificación del juego y del reglamento necesitaría de la autorización del fabricante. Algo que no sucede con los deportes tradicionales, aunque para competir oficialmente a nivel nacional e internacional te hace faltar estar federado.
También se tendría que tener en cuenta que todos los competidores y jugadores tendrían que tener la misma versión del juego y tener un amplio conocimiento de éste.
Europa y su proceso de adaptación
A nivel europeo, es cierto que existen organizaciones como las de Fnatic, G2 e-sports o EnVyUs las cuales están más que consolidadas y cuentan con una estabilidad más que consolidada. La gran mayoría de clubes llevan mucho tiempo en éste sector, prácticamente desde los inicios, pero cada vez más hay más clubes que intentan unirse a éste mundo, pero es muy complicado.
Por ejemplo, el club europeo Fnatic, está valorado en un total de 42.570.583€ –también puedes ver el top 5 de trasgo sobre los clubes más valorados del mundo-. Es el club más valorado de Europa y con mayor diferencia entre sus competidores. Curiosamente es el único europeo con más de 40 millones de valor. Es la mayor marca en la industria occidental y posiblemente una de las mayores en el mundo. Actualmente cuentan con dos de los mejores equipos tanto en LoL como en CS:GO, el número de torneos ganados entre ambos es incontable. Además Fnatic cuenta con su propia linea de productos y merchandising, causado una revolución en el mercado. Esto ha supuesto una nueva fuente de ingresos y una buena forma de expandir su marca.
Asia y su diferente forma de pensar
En Asia es todo muy diferente, especialmente en Corea del Sur. Pienso que es por la tradición y las costumbres del país, ya que su disciplina y seriedad hacen que no solo sea el continente más desarrollado a los que esports se refiere, sino que son un claro ejemplo a nivel mundial de trabajo y de cómo hacer las cosas bien. Es por eso que en el viejo continente oriental, los esports en los Juegos Olimpicos serían más que viables.
Los equipos e instituciones cuentan con infraestructuras muy bien planteadas, con entrenadores, psicólogos, masajistas y nutricionistas. Apriori esto parece una locura, ya que parece algo surrealista que jóvenes que se pasan delante de una pantalla jugando a muñequitos durante casi 15h diarias necesiten de estos servicios. Pero no debemos de olvidar de que son profesionales, con sueldos que llegan al medio millón de dólares anuales solo por jugar a un juego. En éste caso estoy hablando de la élite, los mejores de los mejores, ya que no todo el mundo tiene un sueldo desorbitado como los tienen ellos.
Me gustaría destacar el campeonato mundial de League of Legends del año 2014 que se disputó por toda Asia. En concreto se celebró en Taipei, Singapur y Corea del Sur. El premio para el primer equipo era de 1 millón de dólares, una cifra desorbitada, ya que a ésta cifra tendríamos que añadirle el salario base del jugador, los sponsors y todo los ingresos que genere mediante spots publicatrios, merchandising y streamings en Youtube y Twitch.
Dada la increíble popularidad y crecimiento de los esports, los esports estarán presentes en el programa oficial de los Juegos de Asia en el año 2022, aunque ésta competición no sea los Juegos Olimpicos, los participantes y ganadores recibirán una medalla oficial, algo que refleja el rápido desarrollo de su popularidad y como nueva forma de participación entre los jóvenes.
Hay que resaltar que esto no convierte a los eSports en una disciplina olímpica exactamente, pero sí que poco a poco va acerándose a ese punto.
Esports en los Juegos Olimpicos, mezcla de violencia, el deporte y profesionales
El boxeo, la esgrima, el karate, o la lucha son deportes violentos los cuales están incluidos en el programa de los JJ.OO. Todo esto nos hace replantear el prejuicio que tienen las instituciones con mayor peso que alegan que los videojuegos nunca podrían llegar a ser un deporte dada su elevada violencia. Realmente ésta violencia es surrealista; no hay contacto físico y después del enfrentamiento entre ambos equipos estos se saludan amablemente y con deportividad.
El problema está en que la vida profesional de un jugador de esports suele rondar entre los 6 y 8 años. Las jóvenes promesas llegan pisando fuerte, y es que no es nada que no sepamos.
Una persona de 17 años tendrá mayores reflejos que una de 30, y mentalmente tendrá una capacidad de reacción más rápida y con una frescura que los más veteranos del sector carecerán de ella. Lo mismo pasa en el fútbol, Por ejemplo, no es lo mismo el aguante y la rapidez de un joven de 19 años, que no la de un jugador de 34 años, aunque éste cuente con más experiencia. También entra en juego el dopaje, la salud y el consumo de potenciadores. Por ejemplo, podemos poner el de las sustancias que mejoran la atención, legales en los países como Estados Unidos, pero no en España.
Todo esto, sería un extenso resumen de la situación actual de los esports en los Juegos Olimpicos, y todas sus posibilidades de que algún día lleguen a formar parte de algunos.