Hace más o menos un mes salió al mercado la última entrega de la séptima generación de Pokémon: Pokémon UltraSol y UltraLuna, que son las continuaciones de los exitosos juegos de 2016 Sol y Luna, que prometían más emoción, aventuras y monstruos que coleccionar. ¿Está a la altura esta nueva expansión? ¿Qué novedades trae y cuáles son las mejoras significativas?
Pokémon UltraSol/Luna, como ya dije antes, viene a dar continuidad a la séptima generación de los monstruos de bolsillo, ampliando la Pokédex, aumentando y añadiendo algunas zonas del mapa y cambiando ciertos aspectos de la historia y argumento, así como ciertas cinemáticas, para construir un juego nuevo para poder vivir y disfrutar de nuevo la región de Alola.
Los nuevos se quedan atrás.
El equipo de Game Freak cae justamente en ese problema en la concepción de estos últimos títulos, creados para que vuelvas a vivir Alola, es decir, olvida totalmente al jugador que no jugó a las últimas versiones presentando de forma desordenada y caótica la historia, donde muchos personajes te saludan sin ningún tipo de presentación, porque se da por hecho que ya les conoces.
Ejemplos de esto son el personaje de Liam (El primer “capitán” al que te encuentras en tu recorrido) que simplemente se te presenta, comienza a hablarte y hace como si te conociera de toda la vida cuando literalmente hace 3 minutos que cruzasteis palabras por primera vez. Esto se debe a que, en Sol y Luna, Liam tenía una presentación más extensa, donde conocías a su familia y entrabas en su casa, para presentarte cómo funcionaba su trabajo de “capitán” y explicarte la prueba de que debías pasar en ese momento. Se te introducía mínimamente en su vida y, aunque fuera poco tiempo, hacía a Liam un personaje más sólido.
Samina, como matar a un personaje memorable.
Pero no solo Lyam es víctima de este reduccionismo absurdo, uno de los personajes que más recortes en su historia y personalidad ha sufrido es Samina, la líder de la fundación Æther. Ésta es la organización malvada del juego que siempre estuvo en la sombra tramando sus planes de controlar al pokémon legendario de Alola mientras los del Team Skull no eran más que unos chavales alocados que solo querían “divertirse” a su manera.
Bien, empezaré por su “alter-ego” de Pokémon Sol y Luna, cuando la conoces resulta ser la amable amante de los pokémon, a los que quiere proporcionar un hogar en la isla Æther para su conservación y que sean felices. Pero poco a poco descubres que realmente era la madre de Lylia, tu amiga desde el principio de la aventura, que escapó de las garras de su madre junto con Cosmog (Nebulilla) porque conocía las intenciones de usar a éste para abrir un Ultra-Portal hacia el mundo de los “ultraentes” para hacerse con el poder de Solgaleo, o Lunala dependiendo de la versión. Pero no solo eso, poco a poco se va desvelando que Samina cae en la obsesión de la captura de este ser por la “muerte” de su marido que la hace recluirse en su trabajo e intentar volver a buscarle, ya que cayó en un Ultra-Portal en un experimento y nunca se volvió a saber de él.
Toda esta evolución tiene su catarsis al final de la historia donde, tras pasar por el Ultra-Portal, su propia codicia la consume mientras es atacada por los seres que viven tras el portal que controlan su mente como si fueran un parasito y la obligan a atacar al protagonista en una batalla pokémon que puede llegar a poner los pelos de punta. Después de ser derrotada se enfrenta a sus demonios, la muerte de su marido y sus obsesiones, superándolas y redimiéndose de todas sus maldades haciéndola una de las enemigos finales más memorables de todo Pokémon, por su complejidad y su evolución durante la historia.
Ahora pasemos a UltraSol y UltraLuna, en estos dos títulos Samina se te presenta de pronto y dos escenas después se te revela su actitud malvada, descubres que Lylia se ha escapado de casa y acto seguido, sin motivo aparente, te ves luchando contra soldados rasos aleatorios para parar sus planes malvados sin ningún tipo de exposición. Después de acabar con todo su séquito te enfrentas a ella, pero consigue ejecutar su plan, entra en el Ultra-Portal y, tras una pequeña “quest” donde consigues las flautas legendarias para que el pokemon legendario pertinente abra un nuevo portal hacia donde se supone que se encuentra Samina, esta sale del portal perfectamente reformada pidiéndonos que huyamos del pokémon legendario poderosísimo que ha salido con ella. Lo que no alcanzo a comprender es porque no se nos ha mostrado sus vivencias tras el Ultra-Umbral, podrían haber puesto un par de cinemáticas de como intenta controlar o capturar al pokémon y fracasa… Pero no, mejor que entre al portal siendo mala y salga siendo un alma cándida, amable y tierna, y la evolución de personajes se la guardan para una futura entrega.
Esto mismo pasa con un gran puñado de personajes: como Tilio y la relación con su abuelo el jefe, o Kahuna, de la isla y su intento de poder llegar a ser como él algún día o Gladio y su necesidad de hacerse fuerte para enfrentar a su madre a cualquier precio.
Pero no solo falla ahí, también lo hace a la hora de introducir secuencias o niveles nuevos para explorar las personalidades de otros personajes. Un ejemplo de esto es el caso de Rika, la capitana de tipo hada cuya aparición en Sol y Luna era meramente anecdótica, aquí goza de un poco mas de protagonismo, aunque el problema de base es el mismo que con todos los personajes: Su función se basa en que visites de nuevo a todos los capitanes de islas pasadas para que vuelvas a luchar contra ella y ya está, no vuelves a cruzar palabras con ella, casi igual que lo que sucedía con los juegos anteriores solo que aquí al menos te da cierta noción de quien es ella y de donde vive.
Algo parecido sucede con “La unidad Ultra” que son unos científicos llegados desde el otro lado de los Ultra-Umbrales que investigan en Alola la forma de calmar a Necrozma, el feroz pokémon que amenaza con destruir su mundo, esto en principio podría ser interesante, ya que te muestran que detrás de esos portales y mundos paralelos hay algo más que parajes desolados y seres que quieren verte morir a ti y a tu equipo pokémon, que hay gente con preocupaciones y que se enfrentan diariamente con esos monstruos de detrás de los portales. Sin embargo, el juego decide tirarlo todo por la borda presentándotelos en diálogos cortos y de formas aleatorias mientras te hablan de su mundo sin presentarse apenas y sin llegar a empatizar con el personaje, sin desarrollo ninguno para que simplemente te dejen subirte a Solgaleo o Lunala y te den un pokémon para presentar un sistema de juego que además es bastante mediocre.
Mas pokémon no hacen un mejor videojuego.
El problema principal, lo de los personajes a medio construir y la omisión de escenas necesarias para la trama, radica en que UltraSol y UltraLuna son juegos que basan su premisa no en su historia, como lo hacían sus antecesores, si no en la cantidad de bichos y monstruos que puedes capturar, que en estas ediciones se ha visto claramente ampliado y más con la introducción de la posibilidad de poder capturar a todos los pokemon legendarios de el resto de generaciones pasadas.
Esto hace que parezca que el juego quiere que termines rápido la historia para que salgas a hacerte con todos sin esa molesta campaña con más huecos que un colador, creando una especie de disonancia donde todo pasa porque si y todo el mundo es tu amigo para terminar la trama cuanto antes. El problema que le veo es que hacerse con los legendarios, que es la principal premisa del postgame (aparte del equipo Rainbow Rocket que es sin duda lo mejor del juego) es que resulta muy tedioso llegar hasta ellos, el modo de navegar entre portales resulta difícil y aburrido por un sistema por movimiento que no detecta bien si la mitad de las veces nos queremos mover hacia la derecha o hacia la izquierda y llegar hasta el pokémon que nosotros queremos nos puede llevar varios intentos de angustiosos “¡No hagas eso, te dije hacia el otro lado!”
Los legendarios están ahí sin motivo aparente, no hay ningún tipo de explicación lógica para que, tras atravesar un portal, aparezcas en una cascada y de repente este Kyogre ahí, sin más, no llegas a su región natural, ni es una anomalía explicable, está y punto. Ésta es la disonancia que extraigo, no hay ninguna explicación para nada y todos existen para ser tu meta, están subordinados a la jugabilidad del título, donde importa que captures criaturas y ganes combates.
Dicho todo esto, yo no consideraría a Pokemon UltraSol y UltraLuna la mejor manera de empezar a familiarizarse con la saga, hay muchos más y mejores ejemplos de lo que significa la saga: vivir aventuras, hacer amigos y llegar a ser el mejor.